Las condiciones laborales desfavorables a las que los trabajadores se ven sometidos en muchos países, tales como la violación de sus derechos fundamentales, los fenómenos de discriminación en sus diferentes formas, la ausencia de condiciones de seguridad y bienestar mínimas, entre otras, han motivado el surgimiento de la Norma Internacional SA 8000 (Social Accountability).
Se trata de una norma que certifica la Ética y la Responsabilidad Social de las organizaciones, lo cual supone que aquellas que así lo requieran deben comprobar que en sus procesos productivos se ofrecen condiciones de bienestar, de respeto por los derechos humanos, de libre asociación, salarios justos, y no presentan ninguna forma de discriminación, entre otros temas.
La empresa en el siglo XXI
El siglo que acabamos de comenzar supone para el mundo de los negocios dos desafíos: por un lado, hacer las operaciones de mercado del modo más efectivo, optimizando la creación de valor agregado y, por el otro, desarrollar sistemas de gobierno -incluido el gobierno de las corporaciones- que posibiliten la toma de decisiones sostenibles. Estas decisiones deben tener en cuenta las demandas de un creciente número de participantes interesados y deben reportar a los distintos grupos interesados, pues mientras las decisiones empresarias reportan a los clientes internos y externos, las gubernamentales deben responder ante los ciudadanos.
La dinámica empresarial supone operar dentro de un mercado. Integrar la sostenibilidad en los negocios significa trabajar dentro y a través del mercado, abarcando tanto la demanda como la oferta y considerando las esferas económica, social y ambiental de la sociedad tanto en el presente como en el futuro. Por esta razón el mundo de los negocios desempeña un papel fundamental en la obtención de la sostenibilidad a nivel global: sus actividades tienen efectos de largo alcance en las tres esferas. La responsabilidad empresaria, entonces, en cuanto al desarrollo sostenible se refiere, supera los aspectos físicos o materiales de la producción y se aboca a la necesidad de alinear las prácticas ambientales con los aspectos sociales y económicos.
En el mundo del siglo XXI los derechos, roles y responsabilidades han cambiado: el consumo sostenible incluye prosperidad económica, preservación de las fuentes de empleo, responsabilidad social, equidad, protección ambiental e innovación social y tecnológica. Los precios de los bienes y servicios necesitan reflejar el costo total de producción, incluyendo los costos ambientales y sociales.
En la ultima década es posible observar el gran despliegue que ha tenido el debate sobre Responsabilidad Social Empresarial en el mundo.
Actualmente existe consenso entre los especialistas en Ciencias Sociales y organismos internacionales en cuanto a que las concepciones de bienestar deben superar las concepciones tradicionales que tienden a fragmentar al individuo. Los nuevos modelos plantean su integridad, y articulan las diferentes dimensiones de la vida social (económica, social, cultural, política, ambiental, etc.) para superar la segmentación de lo sectorial. Enlazan diferentes ámbitos para la intervención (local, municipal, provincial, regional, nacional) y relacionan los vínculos sociales.
Conceptos generales de RSE
Es difícil encontrar un solo concepto que defina lo que es la Responsabilidad Social Empresarial, pero, a grandes rasgos, podríamos decir que es la visión de los negocios que incorpora el respeto por los valores éticos, las personas, las comunidades y el medioambiente en sus contextos interno y externo.
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