Claude Ouimet es el Vicepresidente Ejecutivo y Gerente General para Canadá y Latinoamérica de InterfaceFLOR, empresa líder en la manufactura de alfombras modulares a nivel mundial y que desde hace un tiempo se encuentra profundamente comprometida en el esfuerzo de convertirse en una empresa sustentable, tanto en el diseño de sus productos como en el desarrollo de sus procesos de producción. Apasionado por el medioambiente, Claude Ouimet está abocado a llevar los conceptos de sustentabilidad no sólo a la tecnología y las prácticas de fabricación sino también a las estrategias de ventas y los conceptos de marketing. En esta charla con FM, nos contó los cambios de estrategia que implementó la empresa para poder llegar a establecer, como misión para el año 2020, la reducción de los impactos negativos que sus procesos productivos puedan llegar a tener sobre el ambiente.

—¿Desde cuándo y por qué InterfaceFLOR comenzó a preocuparse por el tema de la sustentabilidad?
—Todo comenzó en 1994 cuando un importante cliente de California, John Picard, le preguntó a Ray Anderson, fundador de InterfaceFLOR, qué estaba haciendo su empresa por el medioambiente. Ray Anderson le contestó que la compañía se atenía a las reglas establecidas y su cliente lo desafió al responderle directamente “tú no comprendes en qué estás”.
Esto hizo que Ray se interesase por ampliar sus conocimientos en la materia. “La Ecología del Comercio” (The Ecology Of Commerce), un libro publicado por Paul Hawken en los años 80, le abrió un nuevo mundo; y un capítulo en particular del libro llamado “La Muerte del Nacimiento” (The Death Of Birth), le hizo cambiar por completo su visión de la vida. Por ese entonces, Ray tenía alrededor de 60 años, tenía hijos y nietos, y esto lo llevó a reflexionar sobre cuál era el mundo que les estaba dejando a las generaciones siguientes, y sobre la posibilidad de conjugar la ecología con el mundo de los negocios.
Ray Anderson tomó conciencia de que todos los daños industriales están asociados entre sí y provocan un enorme impacto en el medioambiente. En ese momento tomó una decisión categórica con respecto a la compañía: InterfaceFLOR sería un ejemplo de empresa, diferente de las que cotizan en Wall Street. Sería una empresa “verde” que vendería productos “verdes”.
Ray Anderson fue un visionario. La compañía, que desde el punto de vista financiero era muy sólida, le dio también a sus dirigentes y a su personal un propósito más elevado. Comprendieron que no sólo vendían alfombras sino que además intentaban realizar algo diferente.

—¿Qué significa que un producto es "sustentable" y cómo se refleja esto en una alfombra?
—En lo personal, me dedico con frecuencia a dar conferencias a las que concurren muchos profesionales: arquitectos, ingenieros, y también estudiantes. El título de estas conferencias es “El Poder de UNO” (The Power Of ONE). En estas charlas me propongo enfatizar que la clave está en que no es suficiente cambiar nuestras acciones, también debemos cambiar nuestra manera de pensar y nuestra percepción sobre el entorno. En InterfaceFLOR comenzamos a trabajar muy en serio sobre este concepto y eso nos llevó a descubrir y ver cosas que los demás no veían.
Nos acercamos a una bióloga llamada Janine Benyus y le preguntamos cómo es que la naturaleza produce los suelos. Esto está directamente relacionado con un concepto llamado biomimetismo que se trata, en suma, de la capacidad de observar la naturaleza y de encontrar una solución basada en las mismas soluciones que ofrece el medio natural.
Antiguamente, nuestra fábrica producía baldosas cuadradas, cada una de las cuales debía ser idéntica a la otra. Pero en la naturaleza no existe ningún color sólido ni ninguna forma se repite. Cada color y cada forma son diferentes y únicos. Encaramos un trabajo creativo distinto y comenzamos a diseñar baldosas de alfombra en función del motivo, de la forma y la textura. Cada una debía ser distinta de la otra. Si quisiéramos cambiar una sola de las antiguas por una nueva, podríamos hacerlo sin ningún problema, ya que ninguna es igual.

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