| Un hecho que ha marcado tanto el siglo XX como los comienzos del XXI, junto con el explosivo aumento de la población, es la producción de residuos en grandes cantidades, muchos de los cuales son altamente peligrosos. En el caso de los residuos líquidos el problema radica en que, tanto se trate de efluentes industriales como cloacales, están íntimamente relacionados con la contaminación del agua y constituyen una de sus principales causas. Y aunque existe una diferencia importante entre las aguas cloacales y los efluentes líquidos de la industria, el enfoque del problema es similar.
En esta nota trataremos de acercarles un pantallazo de lo que ocurre con el agua a nivel regional y mundial, y algunas soluciones poco ortodoxas.
La humanidad tiene acceso al 1,2% (entre lagos y ríos) del total de agua dulce disponible del planeta, valor que no parece muy generoso, pero que, si estuviera uniformemente distribuido y se usara de manera racional y sustentable, bastaría para abastecer al doble o al triple de la población mundial.
Aunque se trata de un recurso renovable, la realidad es que muchas regiones del globo tienen graves problemas de escasez y esto representa una amenaza para la economía y la salud de más de 80 países. Se estima que un 40% de los habitantes de la Tierra -lo que equivale a más de dos mil millones de personas- no tienen acceso al agua limpia ni a condiciones sanitarias seguras, siendo las causas principales de la escasez: la distribución irregular del recurso, el crecimiento demográfico y la contaminación.
Según la OMS, el hecho de que 2.000 millones de personas no puedan beber agua sin correr el riesgo de contraer enfermedades, sigue siendo una grave lacra moral. La razón: la falta de compromiso social y político para satisfacer la necesidad básica del acceso al agua.
En nuestra región, los cuatro países del Mercosur -la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-, están impulsando de manera conjunta el proyecto de "Protección ambiental y desarrollo sostenible del sistema Acuífero Guaraní”, cuyo objetivo es elaborar e instrumentar un marco común institucional, legal y técnico para manejar y preservar el mencionado acuífero para las generaciones actuales y futuras. Se trata de un desafío enorme, dada la magnitud del recurso, ya que el Acuífero Guaraní es uno de los reservorios de agua subterránea más grandes del planeta: 40.000 kilómetros cúbicos bajo la zona de confluencia de los cuatro países mencionados, con una superficie de más de 1 millón de kilómetros cuadrados.
En el futuro, habrá que definir si el agua es un bien social y económico o un derecho de la humanidad.
¿Qué son los efluentes líquidos?
Los efluentes líquidos son, fundamentalmente, las aguas de abastecimiento de una población después de que han sido utilizadas en diversos usos. Desde el punto de vista de su origen, resultan de la combinación de los líquidos o desechos arrastrados por el agua, procedentes de las viviendas, instituciones y establecimientos comerciales e industriales, más las aguas subterráneas, superficiales o de precipitación que pudieran agregarse.
Los efluentes afectan de algún modo las condiciones del medio que los recoge (ríos, lagos, etc.). Cuando el efecto que producen es suficiente para hacer que el agua de los mismos no sea susceptible de su utilización con fines domésticos, industriales, agrícolas, recreacionales, etc., se dice que está contaminada.
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