Con el avance tecnológico y la reducción de los costos de fabricación, muchas aplicaciones que antes sólo estaban reservadas para su uso en grandes redes corporativas e industriales, han pasado a ser accesibles para las instalaciones de edificios de oficinas, comercios y hoteles, entre otros.

La irrupción de la tecnología informática y las redes que alimentan e interconectan las PC’s es uno de los más notorios ingredientes en la nueva organización de los espacios en los edificios modernos. A partir de aquí ha ido surgiendo una natural evolución hacia una mayor integración entre los distintos sistemas, dando lugar al concepto global de automatización o Domótica.
Se entiende por Domótica al conjunto de sistemas capaces de automatizar un edificio aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación. Estos sistemas pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del edificio. Cuando se incorporan estos sistemas de gestión automatizada a edificios de uso terciario o industrial (oficinas, edificios corporativos, hoteleros, empresariales y/o similares), hablamos de Inmótica. Pero, en definitiva, tanto una como la otra implican la integración de procesos de automatización para el control inteligente de un recinto.

El sistema domótico está constituido por una red de información que recoge datos desde sensores instalados en el edificio. Estos transmiten las señales a una unidad central inteligente que tratará y elaborará la información recibida. En función de dicha información y de una determinada programación, la unidad central actuará sobre determinados circuitos de potencia relacionados con las señales recogidas por dichos sensores.

En cada uno de sus sectores de actuación, la domótica, como sistema de control integral, proporciona un nuevo grado de confort y seguridad nunca antes alcanzado con los sistemas tradicionales o mediante automatismos parcializados.

Esta tecnología cuenta con distintos sistemas de control que son un conjunto de dispositivos que permiten la comunicación entre el usuario y los diferentes tipos de equipo, mediante una interfaz sencilla, intuitiva e inteligente.
Los sistemas de control tienen entradas y salidas que pueden ser analógicas o digitales. El control puede originarse en eventos dependientes del tiempo, de sensores o de interfases analógicas o digitales con otros sistemas. Las estaciones centrales pueden tener varios monitores que permiten visualizar informes, almacenar datos para el análisis de diagnósticos, mantenimiento preventivo, estadísticas, optimización de consumos, gráficos de tendencias, alarmas, etc.

Aplicaciones
Con estos sistemas se pueden controlar, comandar y comunicar infinidad de dispositivos, y los aspectos que contemplan se pueden agrupar según cuatro categorías principales:

1. Ahorro energético. Para lograr el ahorro energético, el sistema puede efectuar las siguientes acciones: control de ocupación, disminución del ingreso de aire exterior, control de la calidad del aire, mejora del proceso de arranque y parada de equipos, ciclado y rotación de cargas, desconexión de equipos de uso no prioritario en función del consumo eléctrico en un momento dado, control de demandas, programación y zonificación de los sistemas de climatización. Con respecto a este último, que es el que consume aproximadamente el 60% de la energía de un edificio, suele contar con controladores específicos.

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