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El gran atractivo de la palabra “estrategia” ha estimulado su uso entre los profesionales de la administración. Lamentablemente, su extensa utilización ha dañado la comprensión que se tiene del concepto hasta ocultarlo detrás de ese gran atractivo.
La palabra “estrategia” ha sido siempre muy atractiva, tanto para pronunciarla como para escribirla. Pero, ¿sabemos de qué hablamos cuando hablamos de estrategia? Este es un planteo que muchos de nosotros nos hemos hecho. Y la respuesta que encontramos fue simple: no, no sabemos de qué hablamos cuando hablamos de estrategia.
El encanto de esta palabra parece ser no sólo cuestión propia, sino que en toda revista o publicación de negocios o administración, la palabra “estrategia” atrae lectores. Entonces, aparecen “El Marketing Estratégico”, “La Administración Estratégica de los Recursos Humanos”, “La Planificación Estratégica ”, “La Estrategia de las Pymes”, “La Estrategia Competitiva”, “La Estrategia Maquiavélica”, etcétera. Así descubrimos que no éramos pocos los confundidos; claramente uno se siente aliviado, o al menos, acompañado.
En cierto momento, debemos decidirnos y darnos a la búsqueda del significado de “estrategia”. Debemos lograr responder preguntas muy sencillas, que resultan tener respuestas no tan sencillas, como por ejemplo: ¿Qué es estrategia? ¿Qué no es estrategia? ¿Qué es hacer estrategia? ¿Quiénes hacen estrategia?
A partir de las respuestas obtenidas, compartiremos con el lector todo aquello que se nos vaya develando.
¿Qué es estrategia? ¿Qué no es estrategia?
Según el diccionario, es el arte de dirigir un conjunto de disposiciones para alcanzar un objetivo, en la guerra o en los negocios. Pero esta escueta definición no nos dice mucho.
Lo primero a señalar, es que la estrategia es cosa de los seres humanos. Sólo un ser inteligente y con voluntad puede hacer estrategia. Por ello, ni la naturaleza ni otros seres vivos hacen estrategia. No existe tal cosa como la estrategia de huída de una presa o la estrategia de aniquilamiento de un escorpión. Añado, no se hace estrategia contra la naturaleza.
“It takes two to tango”: para hacer estrategia se necesitan dos, dos seres humanos conviviendo en una misma realidad, dos empresas compitiendo y cooperando por el mismo mercado, un gobierno tratando de lograr legitimar un aumento de impuestos, por citar algunos ejemplos. Es decir, voluntades compartiendo una realidad. A esta situación natural de los seres humanos se la llama “conflicto”, considerando a éste no como un estado patológico, sino como el estado natural de las relaciones
humanas.
La función principal de la estrategia es permitirles a esas voluntades, que comparten una realidad, que están inmersas en un mismo conflicto, convivir de la mejor manera posible –cada una de acuerdo con su escala de valores- en una situación de interdependencia recíproca. Entonces, ¿qué es estrategia?
La estrategia es el esquema para pensar las situaciones de convivencia cuando hay intereses comunes e intereses contradictorios, es decir, situaciones en parte cooperativas y en parte competitivas, entre seres humanos. En este sentido, la estrategia es como una negociación no explícita, una negociación con palabras y acciones, que implica un intercambio de intereses entre las partes.
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