|
Leemos en el diccionario: Ignifugación (s): Acción de ignifugar; Ignifugar (v) Convertir algo en ignífugo; Ignífugo (adj): Incombustible, refractario.
Leemos un Acta de Infracción labrada por un Inspector del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a un establecimiento que atiende al público: No presenta certificado de ignifugación de alfombras, cortinas, tapizados, revestimientos de pared y muebles. Profundizando en el estudio de las características del establecimiento (un hotel 5 estrellas) encontramos que las alfombras son de ANTRON (material auto-extinguible de DUCILO), los muebles son franceses y de madera maciza estacionada (poco combustible), y los revestimientos de pared son vinílicos (auto-extinguibles). Es decir, materiales que pueden quemarse, pero de ninguna manera provocar un incendio.
Y lo más curioso de este caso es que todo el hotel posee un sistema de detección-extinción de incendio por medio de rociadores (sprinklers) que garantizan el rociado con agua de cualquier superficie, en caso de incendio o humo. Demás está decir que el hotel tenía su plano de incendio aprobado por la misma dependencia que envió la inspección y labró el Acta.
¿Qué está pasando entonces, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires? SIMPLEMENTE ESTAMOS EN LA ERA POST-CROMAGNON. ¿Y esto en qué se traduce? En ver el peligro en el lugar equivocado, y creer que existe la ignifugación como una panacea.
Volviendo al tema con el que encabezamos, si ignifugar consiste en convertir un material combustible en refractario, es decir, que no se queme, podemos afirmar que LA IGNIFUGACION NO EXISTE. Entonces, ¿por qué nos exigen en las inspecciones que ignifuguemos las superficies? Las razones pueden ser: 1) porque está de moda; 2) porque el inspector nunca consultó un diccionario; 3) porque el inspector no aprobó la materia Química en el secundario; 4) porque se interpreta mal el Código de Edificación; 5) por todas las razones anteriores, juntas.
Entonces, ¿cómo se enfrenta una situación en la que nos obligan a realizar una tarea que es imposible per se? Mediante una acción que aparentemente cumple con una tarea imposible: EL TRATAMIENTO DE SUPERFICIES CON AGENTES RETARDANTES DE LLAMA.
¿En qué consiste este tratamiento? Si recordamos que un incendio se propaga por la acción de cuatro elementos en conjunto: combustible, comburente, calor, y reacción en cadena o de propagación, cuando se quita alguno de estos elementos, el fuego se extingue o no se propaga. Desde hace muchos años se utilizan ciertas sustancias que, al calentarse, liberan iones que capturan el oxígeno del aire, o anulan la reacción en cadena, y no permiten que la llama se propague. Estas sales se disuelven en agua o en solventes para formar, respectivamente, líquidos impregnantes o pinturas de tratamiento superficial, lo cual depende del material a tratar (telas y cartones, o maderas).
Tanto el INTI como el IRAM poseen ensayos realizados con materiales como telas o maderas, antes y después de haber sido tratadas con los líquidos retardantes; a través de estos ensayos se encontró que los materiales pasan de muy combustibles a poco combustibles luego del tratamiento, pudiéndose retardar la aparición de llama unos 2 minutos, tiempo que en un incendio es significativo.
(...) La nota completa, en el número impreso
|