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Los seres humanos dependemos de la visión, confiamos más en la vista que en cualquiera de los otros sentidos y contamos con ella, entre otras cosas, para aprender y para realizar nuestro trabajo. Para que estas actividades puedan desarrollarse de una forma eficaz, es preciso que la luz (característica ambiental) y la visión (característica personal) se complementen, ya que se considera que el 50% de la información sensorial que recibimos es de tipo visual, es decir, que tiene como origen primario la luz. Por lo cual, es fácil inferir que cualquier interferencia con nuestra visión normal tendrá su costo, y si estas condiciones se prolongan en el tiempo, su efecto puede ser acumulativo y ocasionar estrés, problemas de salud, insatisfacción y disminución de la productividad.
Análisis ergonómico y características de una iluminación funcional
Una iluminación correcta es aquella que permite distinguir las formas, los colores, los objetos en movimiento y apreciar los relieves; y que permite que todo ello, además, se haga fácilmente y sin fatiga: es decir, que asegure permanentemente el confort visual. El análisis ergonómico de la iluminación de un puesto o zona de trabajo, pasa por tener en cuenta los siguientes condicionantes:
1. Condicionantes del observador
Dentro de este factor analizaremos la capacidad visual y la edad.
La capacidad visual de una persona viene determinada por las facultades más importantes del ojo, que son las siguientes: la agudeza visual, la sensibilidad al contraste y la rapidez de percepción.
2. Condicionantes del entorno
Dentro de los condicionantes del entorno se analizarán: dimensiones, colores, forma, función y textura.
3. Condicionantes de la tarea
Los condicionantes de la tarea que deben tenerse en cuenta para una correcta iluminación son: las dimensiones de los objetos a observar o manipular, el contraste y la dificultad de la tarea (duración, velocidad de respuesta, etc.).
4. Condicionantes de la estructura
Se analizarán en este apartado los condicionantes inherentes a la estructura en función de la posición de los puntos de luz, la distribución lumínica (dispersa, concentrada), la tipología y diseño de los puntos de luz, el significado cultural del tipo de luz, y la relación luz natural - luz artificial.
Condiciones para el confort visual
Para asegurar el confort visual hay que tener en cuenta básicamente tres puntos, que, situados por orden de importancia, son: el nivel de iluminación, los deslumbramientos y el equilibrio de las luminancias. No obstante, no debemos olvidarnos de otro factor fundamental para conseguir un adecuado confort visual en los puestos de trabajo: el tipo de iluminación, natural o artificial. La iluminación de los locales de trabajo debe realizarse, siempre que no existan problemas de tipo técnico, con un aporte suficiente de luz natural, aunque ésta, por sí sola, no garantiza una iluminación correcta, ya que varía en función del tiempo. Es preciso pues compensar su insuficiencia o ausencia con la luz artificial.
1. Nivel de iluminación
El nivel de iluminación óptimo para una tarea determinada corresponde al que da como resultado un mayor rendimiento con una mínima fatiga.
El nivel de iluminación de un puesto de trabajo se adaptará a la tarea a realizar y tendrá en cuenta la edad del trabajador, así como las condiciones reales en que se debe realizar el trabajo.
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