Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Japón era un país sin un futuro claro. Ciento quince millones de personas habitaban un archipiélago con pocos recursos naturales, sin materia prima, sin energía, con escasez de alimentos y una industria desastrosa.
En 1949 se forma la JUSE (Unión Japonesa de Científicos e Ingenieros), que se da a la tarea de desarrollar y difundir las ideas del Control de Calidad en todo el país. Con este motivo, el Dr. William Deming -uno de los grandes expertos de Control de Calidad que había desarrollado una metodología basada en técnicas estadísticas- es invitado a Japón para enseñar sus métodos, como más tarde lo será Joseph M. Juran, invitado para introducir un seminario sobre la Administración del Control de Calidad. Los aportes de Juran junto con los de Deming fueron tomados en Japón para reestructurar y reconstruir su industria, y fueron implantados como lo que ellos denominaron “Administración Kaizen”. De esta manera, la mejora continua se transforma en la clave del cambio, en la principal estrategia del management japonés.
El legado de Deming y Juran, y las posteriores contribuciones de Ishikawa, han cruzado las fronteras, y su reconocimiento mundial se hizo evidente a partir de los años ochenta con la transformación del Japón, y su mérito de haberse convertido en la primera potencia económica del planeta.


El concepto Kaizen

La palabra Kaizen proviene de la unión de dos vocablos japoneses: KAI, que significa “cambio” y ZEN, que quiere decir “bondad”.
La esencia del Kaizen es sencilla y directa: Kaizen significa mejoramiento. Más aún, significa mejoramiento progresivo y continuo, que involucra a todos en la organización: alta administración, gerentes y trabajadores.
Es un enfoque humanista, basado en la creencia de que todos pueden contribuir a mejorar el lugar de trabajo y espera que todos participen en él.
Es una estrategia dirigida al consumidor. Comienza comprendiendo las necesidades y expectativas del cliente para luego satisfacerlas y superarlas: todas las actividades deben conducir a una mayor satisfacción del cliente.
Es un camino, un medio, y no un objetivo en sí mismo; es una manera de hacer las cosas, una forma de gestionar la organización.
El Kaizen se basa en detectar y eliminar todas aquellas actividades que no agregan valor a la compañía.

Kaizen y el management

Desde esta perspectiva, el concepto de mejoramiento puede dividirse en “Kaizen” e “innovación”. Kaizen significa pequeñas mejoras realizadas en el statu quo, supone un progreso gradual, lento y a menudo invisible, con efectos que se sienten a largo plazo. La innovación significa una mejora drástica como resultado de una inversión más grande en nueva tecnología y equipo, o la introducción de los últimos conceptos administrativos, know how y técnicas de producción, excluyendo así los elementos humanos. Un ejemplo de esto es la Reingeniería.
Mientras Kaizen es un proceso continuo, la innovación es por lo general un fenómeno de una sola acción. Kaizen no reemplaza ni excluye la innovación, entiende que los dos son complementarios, ingredientes inseparables del progreso.
Idealmente la innovación debe comenzar después de que Kaizen haya sido agotado y Kaizen debe continuar tan pronto como se inicie la innovación. El trabajo de la alta gerencia es mantener el equilibrio entre Kaizen y la innovación, y nunca olvidar la búsqueda de oportunidades innovadoras.

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