En la edición anterior (Nro. 19), nuestro desarrollo del tema nos permitió establecer -para el diagnóstico de fallas de máquinas en servicio mediante análisis vibratorio- la siguiente metodología básica:

1. El conocimiento de los valores de amplitud máxima D, V, A, permite evaluar la vibración.
2. El conocimiento de la frecuencia f posibilita identificar la causa o fuente de la vibración.

Podemos sintetizar ambos principios metodológicos en una única premisa fundamental:

Cada componente o cada tipo de deficiencia mecánica de un equipo en servicio genera una vibración de frecuencia específica que, en condiciones normales de operación, alcanza una amplitud máxima determinada.

La medición de estos parámetros hará posible, entonces, determinar si la vibración es o no perjudicial para el equipo y cuál es la causa que la genera, lo cual nos permitirá actuar sobre la fuente para reducir sus amplitudes a valores aceptables.
Algunos de los problemas más comunes que pueden detectarse mediante análisis vibratorio son:

· Rodamientos deteriorados.
· Engranajes defectuosos.
· Acoplamientos desalineados.
· Rotores desbalanceados.
· Vínculos desajustados.
· Ejes deformados.
· Lubricación deficiente.
· Falta de rigidez.

Entonces: nuestro problema es IDENTIFICAR y EVALUAR la vibración.
Comencemos por ver cómo se procede para IDENTIFICAR la causa o fuente de una vibración. Resultará de gran ayuda graficar previamente la vibración.
Volvamos a nuestra Fig.1. Supongamos que podemos apoyar una hoja de papel sobre la partícula P, a la cual hemos impregnado con tinta. Su movimiento oscilatorio dejará impresa en nuestra hoja una recta; "dibujará" el eje d-d'.

Con el único propósito de obtener un gráfico más claro imaginemos que, a medida que se mueve sobre el eje d-d', la "empujamos" hacia la derecha; en cada punto de su trayectoria la forzamos a desplazarse también hacia la derecha. ¿Qué dibujo resultará? Fácilmente concluimos que será una curva como la de la Fig.2.


Tendremos así la representación gráfica del movimiento vibratorio de la partícula P impulsada por una única fuente, una única frecuencia. Diremos que estamos en presencia de una armónica "pura" de vibración.
Pero ya mencionamos que cada componente del equipo o cada deficiencia genera una frecuencia propia, específica, de vibración. En consecuencia, lo más probable es que nuestra partícula P sea impulsada por más de una frecuencia.

(...) La nota completa, en el número impreso