La estructura de los contratos que habitualmente gestiona el Facility Manager, ha ido modificándose a medida que las prestaciones de servicios se vuelven más complejas: se incluyen más condiciones, muchas de ellas basadas en resultados, se crean nuevos modelos y hasta se licitan contratos en Internet al mejor estilo de las subastas online. En este artículo, el Ing. Joan Miró Bedós analiza los tipos de contratación más habituales y las tendencias más importantes detectadas en los últimos años.

1. Estructura de un contrato.
    Tendencias

Según la enciclopedia por Internet "Wikipedia" (http://es.wikipedia.org) un contrato es: "El acuerdo de voluntades que crea derechos, con sus obligaciones correlativas".  

Sin entrar en consideraciones jurídicas, que están fuera de nuestro interés, un contrato de servicios u obras, que son los que básicamente debe gestionar un/a Facility Manager, deberá constar de:

§ La identificación de las partes contratantes.
§ El objeto del contrato (servicio u obra), es decir, la descripción de los     trabajos u obras a llevar a cabo.
§ El importe del contrato.
§ La duración del contrato.
§ Las condiciones de prestación del servicio u obra.

De los cinco apartados anteriores, hay uno que en los últimos años ha ido tomando una progresiva importancia. Nos referimos al apartado relativo a las condiciones de prestación del servicio u obra.
Efectivamente, las condiciones de prestación de los servicios han ido "sofisticándose" de forma paulatina e incremental. En los últimos años hemos visto aparecer condiciones "nuevas" relativas a temas entre los que se encuentran:

§ Calidad de servicio: normas ISO 900X, niveles de calidad (o Service Level    Agreements - SLA), indicadores diversos, etc.
§ Prevención de riesgos laborales y medidas de seguridad.
§ Reducción del impacto medioambiental: ahorro energético, normas ISO    1400X, reciclaje de residuos, etc.
§ Formación permanente.
§ Responsabilidad ética y social.

Podemos calificar esta tendencia como irreversible e incremental, ya que con el transcurso del tiempo vemos que se van incluyendo más y más condiciones, habiéndose llegado ya a vincular el importe del contrato con la consecución de unos determinados niveles de calidad de servicio. Son contratos que incluyen cláusulas "bonus/malus" en los que el importe que recibe el contratista está en función de los resultados alcanzados por unos indicadores predefinidos.

Es importante destacar que en estos contratos no sólo se incluyen penalizaciones, sino que también se contemplan bonificaciones adicionales si se alcanzan determinados niveles de servicio.
A nivel de tendencias, es también preciso considerar los modelos importados del mundo anglosajón (aparecieron en primer lugar en Inglaterra) denominados en esos países como PFI (Private Finance Infrastructure - financiación privada de infraestructuras). Se trata de contratos que contemplan tanto la construcción como la explotación, el mantenimiento y reposición integrales de una determinada infraestructura o edificio por períodos de 25 o más años.


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