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Un
adecuado gerenciamiento de la ventilación se ve reflejado en el
mantenimiento de la óptima calidad del aire interior y en un control
significativo de los gastos energético. Para ello es importante tener en
cuenta algunos detalles técnicos para lograr las mejores condiciones de
confort y sanitarias de las áreas acondicionadas. El
acondicionamiento de aire es un proceso materializado por un sistema para
cuyo diseño e implementación existen diversas variantes.
Cualquiera sea la variante de que se trate el proceso de acondicionamiento
debe manejar una serie de energías térmicas provenientes de diversas
fuentes y resultar en el mantenimiento, dentro de una faja definida de
variabilidad, de una serie de condiciones en el aire ambiente de las áreas
o lugares acondicionados. Las
condiciones que se deben mantener dentro de valores prefijados son de dos
tipos. El
primero corresponde a las condiciones sicrométricas, es decir a la
temperatura y la humedad relativa del aire del ambiente. Estos dos parámetros
deben resultar en el confort de los ocupantes y/o en las mejores
condiciones posibles para el desarrollo de algún proceso que deba tener
lugar en el ámbito acondicionado. El
segundo corresponde a las condiciones sanitarias que, además de colaborar
en la obtención del confort deseado, garanticen una calidad del aire
interior tal que el habitat resulte seguro para los ocupantes desde un
punto de vista de la sanidad. Dentro
de este segundo tipo se encuentra la necesidad de un aporte de aire
“nuevo” proveniente del ambiente exterior y a esta necesidad se la
denomina “ventilación”. En adelante se proponen algunas reflexiones sobre las posibilidades de “gerenciamiento” de la carga de ventilación en los sistemas de acondicionamiento y las mejoras de resultado que pueden ser obtenidas con un correcto gerenciamiento de la ventilación. Necesidad
del aporte de Aire Exterior El
aporte de aire exterior es necesario en los sistemas de acondicionamiento
para lograr el confort de los ocupantes. La cantidad de aire exterior que
debe incorporarse a la alimentación de aire acondicionado hace parte del
nivel de calidad del aire interior (IAQ son sus siglas en ingles), se lo
llama ventilación y resulta una función del tipo de uso del ambiente y
de su población. Los valores de aporte de aire exterior están reglamentados en muchos países. En particular en los EE.UU. rige la “ASHRAE Standard 62”
Energía
térmica necesaria para tratar el Aire Exterior Cada
m3 de aire exterior incorporado al sistema de acondicionamiento costará
la energía necesaria para acondicionarlo desde las condiciones exteriores
a las que es incorporado hasta las condicio-nes interiores reinantes en
los ambientes acondicionados. Suponiendo
que el período de utilización de los sistemas de acondicionamiento en
ciclo de refrige-ración se extienda desde el mes de Octubre al mes de
Marzo (ambos inclusive) y entre las 09:00 horas y las 18:00 horas, las
estadísticas climatológicas para, por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires
muestran un valor medio de temperatura de bulbo seco de 30°C y de bulbo húmedo
de 24°C como condiciones medias del aire exterior para el periodo
elegido.
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