Después de 40 años de permanencia en sus tradicionales oficinas de Carlos Pellegrini y Paraguay, la empresa Nestlé trasladó su sede corporativa a la zona norte de la Provincia de Buenos Aires. La elección recayó en uno de los edificios del complejo Master Office II ubicado en la localidad de Olivos.


Buenos Aires Planning, a cargo del proyecto de arquitectura de interiores, tomó como idea rectora para el lay-out, una circulación perimetral que permitió un mejor aprovechamiento de la planta y de las vistas. La organización funcional del proyecto se realizó teniendo en cuenta la volumetría del edificio y poniendo de relieve su condición de "torre transparente rodeada de verde".
Cada piso está compuesto por dos alas articuladas a partir de un sector central donde se ubicaron las salas de reuniones comunes a toda la empresa -las cuales también pueden ser utilizadas para uso externo-, creando una barrera de acceso al área operativa. Uno de los objetivos principales del diseño fue la obtención de un espacio abierto, con mínimas interrupciones materiales, que favoreciera la comunicación y la continuidad visual. NESTLÉ realizó de esta manera, a través del Open Space, un cambio radical en la cultura del espacio.
Las oficinas cerradas se proyectaron sólo para los directores de la compañía y se ubicaron en los extremos de cada ala, jerarquizando así el remate de las circulaciones.
Parte del valor agregado otorgado por el diseño está dado por el "Nescafe Corner", uno al comienzo de cada ala. Diseñados a partir de un mueble especial conforman, junto con el resto del equipamiento, un punto de encuentro.
Los espacios de uso común se ubicaron en un ala del primer piso, organizados a partir de una circulación central. Este recorrido lineal remata en un coffee break tematizado con el producto Nescafé (Meeting Point), de importante presencia corporativa, tanto por el diseño de los componentes del mobiliario como por la gráfica.
En el cuarto piso, atendiendo a las necesidades de la empresa, se reservó una de las alas, la de mejores visuales al exterior, para los espacios del Directorio y sus departamentos de mayor proximidad funcional. De este modo, de cara al Río de la Plata, las oficinas de mayor jerarquía se organizaron con una circulación central, a los lados de la cual se encuentran los departamentos de apoyo al Directorio.
En cuanto a las funciones complementarias tales como banco, correo, proveeduría, salas de UPS, etc., las mismas fueron ubicadas en el subsuelo del edificio, junto al sector de estacionamientos.
En relación a los materiales y al mobiliario, la selección de terminaciones y estándares se realizó respetando los mismos materiales utilizados en el edificio central de NESTLÉ en Suiza y teniendo en cuenta el valor estético de las marcas utilizadas, especialmente en las puertas de ascensores.
Para evitar las interrupciones visuales y favorecer la comunicación, los pilares fundamentales fueron dos: los puestos de trabajo abiertos con pantallas bajas y los armarios de escasa altura. Los frentes de oficinas que conforman los perímetros de cada ala se resolvieron con paneles vidriados de piso a cielorraso, a fin de reforzar la permeabilidad del espacio y la continuidad visual.
La tonalidad y la gráfica de la alfombra colocada por 1º vez en la Argentina -la cual mantiene una gama de colores con un diseño de tramas aleatorio-, los paneles de madera clara, los frentes transparentes y la neutralidad del color de los muebles, son todos elementos que brindan, en conjunto, el confort para el trabajo diario.
Viendo las nuevas oficinas de NESTLÉ pensamos: "Sí, es posible el cambio después de los 40".

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