Durante los años que he trabajado como arquitecta de interiores en diversas partes del mundo, en empresas grandes y pequeñas, he visto una infinidad de proyectos de diseño ejecutados de manera "responsable" e "irresponsable". Cuando hablo de un proyecto "irresponsable", me refiero a ese ambiente en el cual resalta simplemente la estética, lo que entra por los ojos, sin tomar en cuenta la funcionalidad, durabilidad, bajo mantenimiento y seguridad de los acabados y mobiliarios interiores. Lamentablemente para el empresario y su organización, esto se traslada a un aumento en los costos de infraestructura y gastos de mantenimiento a corto y largo plazo, sin mencionar el riesgo a su seguridad física y a la de sus clientes.

Brevemente mencionaré tres casos que darán una idea clara de lo que me refiero. Un conocido banco en proceso de remodelación instaló un piso cerámico en color azul oscuro en su lobby principal. El color del piso está acorde con la imagen corporativa del banco, sin embargo, no es el más adecuado para una zona de alto tránsito. El mantenimiento de este piso va a generar problemas debido a las huellas que deja el polvo y la tierra siempre presentes en esta zona, y esto, únicamente debido al color del piso seleccionado. Una situación así no solo causa problemas internos, sino que, más importante aún, tiene un efecto negativo en la imagen de la empresa.

Por otro lado, existen locales comerciales y oficinas que muestran un problema común: el de poner en riesgo la seguridad de sus clientes y empleados.
Es normal ver revestimientos y planchas de espuma sintética aplicadas a paredes interiores como protección contra golpes o para brindar efectos acústicos.
El comportamiento frente al fuego de los materiales de acabado en pisos, techos y paredes, es el que determinará la iniciación y propagación de un incendio.
Por esta razón no es "responsable" utilizar materiales decorativos y de revestimiento muy combustibles como ciertos tipos de alfombras y espumas, ya que éstos suelen ocasionar la propagación de llamas. Por más sistemas de seguridad que posea un local, si no se colocan los acabados apropiados, el resultado puede ser desastroso, no solo para los usuarios sino para el negocio en si.
Al diseñar un espacio interior no se deben seleccionar los materiales separadamente. Es imprescindible tomar en cuenta como la combinación de los materiales escogidos reaccionan juntos para poder ofrecer un nivel aceptable de acústica interior.

Un restaurante que abrió sus puertas hace poco tiempo es un vivo ejemplo. Al entrar a la zona del comedor, la cual sienta unas 40 personas aproximadamente, es imposible escuchar lo que la persona de al lado esta diciendo. Esto se debe únicamente a que al utilizar un piso de cemento pulido, paredes y techos de cemento pintado, y el tener ventanales altos, cualquier sonido emitido rebota de una superficie a otra, tornando el ambiente en un túnel, frío e inhóspito.

En este caso es recomendable colocar un material aislante, ya sea en el piso, pared o techo, para contrarrestar la dureza de los acabados.
Por ello, al momento de elegir los acabados interiores es indispensable que consideremos ciertos puntos clave como el uso del ambiente, la cantidad de gente que va a frecuentar el local y la frecuencia de uso. Los acabados además de ser funcionales, de bajo mantenimiento y seguros, deben ser durables y resistentes a la luz solar.


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