Las redes inalámbricas, que originalmente fueron diseñadas como una solución para las redes corporativas, han encontrado en la actualidad una gran variedad de escenarios de aplicación, tanto públicos como privados: entorno residencial, redes PYMES, zonas industriales, campus universitarios, entornos hospitalarios, ciber-cafés, hoteles, aeropuertos, medios públicos de transporte, entornos rurales, etc. Para estos nuevos ámbitos debían nacer soluciones que contemplasen criterios estéticos, arquitectónicos y de funcionalidad: los paneles de cielorraso con antena built-in cumplen muchas de estos requerimientos.

Básicamente, una red wireless permite reemplazar por conexiones inalámbricas los cables que conectan las PCs a la red, y otro tipo de dispositivos, dotando a los usuarios de movilidad en las zonas de cobertura alrededor de cada uno de los puntos de acceso, los cuales se encuentran interconectados entre sí y con otros dispositivos o servidores de la red cableada.

A diferencia de las redes convencionales, las LAN inalámbricas transmiten y reciben datos sobre ondas electromagnéticas, cumpliendo las funciones de comunicaciones propias de una red tradicional, como transferir archivos, compartir periféricos, acceder al correo electrónico o a bases de datos. Entre los componentes que permiten configurar una WLAN se pueden mencionar los siguientes: terminales de usuario o Clientes (dotados de una tarjeta de red que integra un transceptor de radiofrecuencia y una antena), puntos de acceso y controladores de puntos de acceso, que incorporan funciones de seguridad, como autorización y autenticación de usuarios, firewall, etc.

Los puntos de acceso actúan como hubs o concentradores, que envían y reciben información vía radio a, y desde los equipos Cliente, equipados con dispositivos inalámbricos. El punto de acceso puede ser un dispositivo autónomo, formando el corazón de la red, o puede conectarse por cable a la LAN cableada de la empresa . Enlazando varios puntos de acceso a una LAN, es posible crear segmentos inalámbricos a través del edifico.

Estas redes utilizan la tecnología de un estándar de comunicación de corto alcance -menos de 10 metros- en el cual ya se han puesto de acuerdo los fabricantes de equipos que incluye a todos los grandes de la industria (Bluetooth). El objetivo es simple: dar conexión inalámbrica a una computadora con su teclado, monitor e impresora, y por extensión, permite al teléfono celular "conversar" con la PC y la Palm, sincronizar entre todos ellos la información de directorios telefónicos y agendas, y conectarse al servidor de la red y a los servidores de internet.

El continuo crecimiento y los avances que se produjeron en el campo de las redes inalámbricas fue motorizado por la necesidad de bajar los costos asociados a la infraestructura de redes por un lado, y la necesidad de dar soporte a las aplicaciones móviles (telefonía celular, Palm, notebooks) en gran avance, por el otro.
Las tecnologías inalámbricas dieron respuesta a las necesidades de flexibilidad, escalabilidad y seguridad de las redes, disminuyendo los costos de mantenimiento e infrestructura.

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