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Estamos asistiendo, nos demos cuenta o no, a una profunda revolución tecnológica que está cambiando nuestras costumbres, nuestra forma de relacionarnos y también nuestra forma de trabajar.
Cientos de millones de personas en el mundo ya no dependen más de cables para comunicarse. Desde la era de los celulares "ladrillo" hasta los micro aparatos de hoy, más livianos que un atado de cigarrillos, hemos recorrido un largo trecho en el camino de las tecnologías inalámbricas.
Y esto es sólo el comienzo.
La industria camina ahora hacia la transformación de las redes wireless, en la mayor extensión de la supercarretera de la información que es internet. Operadores en todo el mundo compran licencias para ofrecer a potenciales clientes, la telefonía de tercera generación, con velocidades equivalentes a una conexión de banda ancha. Algunas redes, que ya están en el aire, han transformado oficinas, universidades, escuelas, aeropuertos, hoteles y restaurantes en puntos de acceso sin cable para notebooks y PDA, donde los usuarios pueden acceder sin restricciones. Es la maduración de tecnologías que ya existían, y que ahora empiezan a estar disponibles para que la gente las pueda usar de una manera sencilla.
La tecnología se impone cuando se vuelve accesible.
Como Facility Managers, deberemos aprender a usar estos nuevos recursos para atender a las necesidades de las cambiantes modalidades de la fuerza laboral. Ya que las empresas, en la búsqueda permanente de bajar los costos -con una marcada tendencia hacia la reducción del espacio físico, la contratación de trabajadores transitorios, aumento de personal en campo, y contratos de outsourcing cada vez más frecuentes- se encuentran con una nueva fuerza de trabajo nómada, que necesitará estar conectada, dondequiera que esté llevando a cabo el negocio. En este escenario, la oferta de servicios móviles para empresas será muy variada: desde el acceso remoto de datos e información, hasta servicios de localización en tiempo real.
Y aunque algunos temas como el ancho de banda, la seguridad y la enorme proliferación de emisiones de microondas en la que nos sumerge el wireless, siguen estando en el banquillo de los acusados, es indudable que el futuro nos encontrará sin cables.
Víctor Feingold
Arquitecto
Director FM
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