La finalidad del presente artículo es situar a nuestros lectores, a grandes rasgos, en el contexto en el que surge el FM en el Perú; cómo éste se viene desarrollando y cuáles son sus proyecciones.

El FM es una disciplina relativamente reciente, el nombre formal nació en 1979 en USA cuando The Herman Miller Research Corporation fundó un centro independiente en Michigan para estudiar y enseñar FM que se llamó FMI (Facility Management Institute)
La definición que consideramos la más adecuada aparece en El Rincón IFMA de esta revista -en su número 2- donde leemos que el FM "es la gestión y explotación eficiente de los recursos inmobiliarios y de los servicios generales de soporte ligados a ellos o a sus usuarios. Es la práctica de coordinar e integrar el lugar de trabajo con la gente y las actividades, operaciones y procesos de una organización, integrando los principios de la administración de empresas, arquitectura e ingeniería"
Entendido como práctica o disciplina que se ocupa del manejo (gerencia) de los recursos (facilities) propios de cada organización para operar, el FM se traduce como la gestión integral de los edificios, fundamentalmente los de oficina y de servicio público y que abarca las personas, el trabajo, el puesto de trabajo y los edificios que los alojan con sus equipos y sistemas.
Pero, ¿cuándo, cómo y en qué contexto surge en el Perú esta disciplina o modelo de gestión?

Es importante destacar que hasta 1995, no existían en el Perú edificios con tecnología acorde con esos tiempos. En ese contexto las funciones de un FM, sin ningún tipo de tecnología ni especialización, recaían en los cargos administrativos tradicionales y desde éstos a personal de empírica experiencia así como a técnicos gasfiteros, electricistas, carpinteros etc.
El boom de la construcción y los edificios de alta tecnología
A partir del segundo semestre del año 1992, en el marco de un clima ya pacificado por la derrota al terrorismo, habiéndose contenido la inflación, contando con reservas internacionales nada despreciables, ya reinsertados en la economía mundial con la subsiguiente inserción en el proceso de globalización y comenzando a captar inversiones extranjeras, el sector de la construcción fue uno de los que experimentó un mayor crecimiento, especialmente con los segmentos A+ y A, tanto en edificaciones de vivienda como de oficinas.
En este "boom" de la construcción jugaron un papel muy importante capitales peruanos procedentes de grupos como Graña y Montero, Cosapi, Sagitario, Interbank así como la privatización y la llegada de empresas multinacionales.
Así el desarrollo del mercado de oficinas se concentró en edificios con tecnología de punta que se caracterizan por tener las mejores prestaciones en cuanto a calidad, seguridad, sistemas, eficiencia de planta etc. A partir de 1995, surgen en el Perú los llamados "edificios inteligentes" con sistemas computarizados centrales, que suman en la actualidad aproximadamente 225,000 m2 de oficinas tipo A+ y A en oferta, de los cuales alrededor de 50,000m2 se encuentran aún disponibles, sin contar con los m2 propios de organizaciones y corporaciones.
Este nuevo escenario obligó a las empresas a contratar personal calificado, es decir, Ingenieros, Arquitectos, Técnicos especializados, para que administren sus áreas aún sin el concepto integral del FM..
Sin embargo, a partir del año 1998, este proceso sufrió una drástica desaceleración por la coyuntura recesiva de nuestra economía, sumada a la coyuntura política generada por un régimen en franco desgaste y una corrupción en muchos niveles gubernamentales y empresariales.
Con la globalización se empieza a percibir una posible solución frente a un mercado interno cada vez más reducido. Con la necesidad de bajar costos y ser más competitivos en el ámbito internacional, la mirada se fue dirigiendo hacia los activos inmobiliarios que representan un porcentaje importante del capital de una organización.

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