Cuando comencé a pensar en el tema del ruido en ambientes poblados, no pude dejar de recordar cuántas veces tuve que levantar la voz en un restaurante, en la sala de espera de un aeropuerto, en un local bailable, en un subterráneo o negocios de ropa de mujer. Y cuántas veces tuve que salir a la calle para escuchar un celular en una llamada importante .

El tema del ruido puede llegar a ser causa de reclamos y juicios entre vecinos, y especialmente una fuente de daño para la salud, en las personas expuestas a niveles excesivos.
Para que se entienda mejor su esencia, vamos a definir lo que se entiende por ruido en un lenguaje comprensible.
Todos los que percibimos sonidos, lo hacemos por un mecanismo de nuestro oído que nos permite sentir las "ondas sonoras". El ruido se transmite por el aire como una onda, de igual manera que al arrojar una piedra al agua vemos "olas" concéntricas que se transmiten en forma de círculos, alrededor del lugar en el que cayó. Si tuviéramos nuestra mano sumergida en el agua, sentiríamos el golpe de las olas sobre ella, y registraríamos el hecho de la caída. De la misma forma, si tomamos una soga por un extremo y la sacudimos, la onda se transmitirá hacia el otro extremo y sentiremos la fuerza transmitida desde allí al sostenerlo.
El oído tiene en su interior un sistema sensible a las vibraciones del aire provocadas por alguna perturbación, pero dependerá de las características que posea para que el oído la "entienda". A esto se lo llama "frecuencia". Para decirlo de otro modo, una ametralladora, un baterista o un tren pasando encima de una unión de vías tienen distinta frecuencia de golpes. Como el sonido es una onda, la cantidad de veces que la cresta pasa por un punto en un segundo, será su frecuencia. Los sonidos graves tienen baja frecuencia, los agudos alta. La unidad de medida es el Hertz (Hz), y el oído humano percibe sonidos con frecuencias desde 20 a 20.000 Hz.. Los animales tienen más extendida su capacidad auditiva, y por ejemplo los perros y los delfines perciben los ultrasonidos (mayores frecuencias) De allí que los silbatos para animales no sean percibidos por los humanos.

Niveles de Ruido
Ahora que sabemos algo sobre el ruido, vamos a conocer cuáles son sus niveles y cómo se miden. Las ondas sonoras "nos pegan" como si fueran olas, por lo tanto, van a ejercer cierta presión, llamada "presión sonora" sobre nuestro organismo. El órgano más sensible, el oído, percibe esta presión rápidamente, pero si el nivel de ruido (su presión) es muy alto, podemos sentir en el resto del cuerpo la vibración originada por el ruido.
Esto es muy notorio cuando nos paramos junto a un parlante con el volumen alto, y sentimos la vibración en el estómago (parte blanda) De la misma manera el oído recibe la vibración, la analiza y la transmite mediante terminales nerviosas al cerebro, que lo decodifica e identifica como ladrido, bocina, melodía o silbido del viento. Cuanto más sea la presión sonora o nivel sonoro, más vibrará el oído y sus terminales nerviosas.

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