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La mudanza de una empresa es un evento extraordinario dentro de la compañía, que sucede una vez cada muchos años, por eso, en general, no existe una experiencia propia sobre cómo enfrentar este desafío. Además, la responsabilidad suele recaer sobre un funcionario que poco o nada conoce sobre el tema, y que, de acuerdo a su formación (administración, finanzas, recursos humanos, tecnología) enfocará el problema desde un ángulo muy limitado.
Es fundamental entender la conformación del ambiente de trabajo como un rompecabezas que se armará con varias piezas. Quien lidere el proyecto de re-localización de las oficinas deberá supervisar el diseño, la construcción, los presupuestos, el equipamiento, el financiamiento, traduciendo el resultado en un costo-beneficio seguro, estético y productivo. Para lograrlo deberá entender los requerimientos financieros, legales y de calidad, conocer e interactuar fluidamente con quienes toman las decisiones. Deberá combinar conocimientos de un broker inmobiliario y un arquitecto, con los de un administrador de empresas y un gerente de recursos humanos.
Esta complejidad hace evidente la necesidad de contar con un profesional experto, que pueda discernir entre lo esencial y lo accesorio, maximizando los resultados con los recursos disponibles.
Este artículo pretende describir el proceso que deberá seguir una compañía enfrentada a la re-localización de sus oficinas, señalando algunos aspectos sobre los que es conveniente reflexionar antes de tomar decisiones.
¿Dónde?
Se dice que el hombre es un animal de costumbres, se podría aplicar la misma definición a las organizaciones.
Suele ocurrir que a la hora de buscar una nueva locación, las empresas lo hacen dentro del mismo radio donde se ubican en ese momento. Es muy probable que las razones que las llevaron a optar por esa localización hace algunos años, deban ser revisadas de cara a la realidad actual de la compañía.
Preguntas claves que se deben hacer:
· ¿Dónde están mis clientes?
· ¿Dónde viven los empleados?
· ¿Dónde se encuentran mis proveedores?
· ¿Con qué servicios cuenta la nueva ubicación?
· ¿Qué medios de transporte hay?
· ¿Cómo se condice la zona y el edificio con la imagen de la empresa?.
Estos parámetros deben ser ponderados dependiendo de cada empresa. De esta manera, para una compañía que brinda servicios de Call Center, será clave la accesibilidad del personal, más que la imagen institucional del edificio. Por otra parte, una empresa de manufactura preferirá priorizar su cadena de abastecimiento y su despacho de mercadería por sobre otros aspectos, y para una empresa de servicios, la proximidad de sus clientes deberá primar a la hora de tomar estas decisiones.
La figura A muestra una forma simple pero efectiva de analizar y evaluar las posibles alternativas que se nos presentan.
La anécdota
Una empresa de comunicaciones pidió la evaluación de tres posibles locaciones para sus futuras oficinas.
Un equipo de profesionales trabajó durante dos semanas a fin de analizar la ubicación más conveniente de los 7500m2 que requería el programa de necesidades. Los resultados se presentaron en una reunión con la presencia del CEO.
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