Empresas optan por oficinas abiertas y flexibles

Por la influencia de las nuevas generaciones y la extensión del home office, los espacios de trabajo se vuelven cada vez más flexibles. Las empresas optan por lugares abiertos, sin escritorios asignados a cada empleado y con salas de reunión que faciliten los encuentros y la colaboración entre las personas.

Por Ximena Casas.

La ecuación “un puesto de trabajo, una persona” ya no es eficiente. La llegada de las nuevas generaciones a las empresas y la explosión de las tecnologías móviles no sólo cambiaron la forma de trabajar, sino también la organización de los espacios dentro de las oficinas. Cada vez más empresas optan por espacios abiertos –donde muy pocos directivos cuentan con “oficinas cerradas”– sin escritorios fijos o asignados especialmente a una persona.

Hoy, las estrategias pasan por organizar los espacios de acuerdo con las actividades y no con las jerarquías, ya que cuanto más alto es el cargo, más grande es el despacho y más tiempo permanece vacío. Además, es importante que el diseño esté pensado para trabajadores móviles. “Mientras que las personas asumieron ampliamente su condición de trabajadores móviles, a las empresas aún les cuesta aceptarlo. Hoy en día el trabajo individual puede hacerse en cualquier momento y desde cualquier lugar. La alta movilidad hace que la oficina sea cada vez más un lugar para desarrollar y mantener relaciones entre las personas”, explicó Víctor Feingold, CEO de Contract Workplaces, empresa regional de diseño y construcción de espacios de trabajo.

“La imagen del empleado atado a su escritorio durante nueve horas ya no es compatible con las necesidades biológicas y psicológicas de las personas de hoy”, agregó Feingold. Por eso, las compañías también buscan nuevas soluciones para que los empleados puedan paliar la falta de actividad física con opciones que permiten cambiar de posición, trabajar parado e, incluso, hacer ejercicio.

Uno de los casos de oficinas flexibles es la multinacional Unilever, que en la Argentina cuenta con más de 4000 empleados, y que acaba de implementar una nueva modalidad de trabajo –a la que denominó agile working– que permite a los empleados trabajar desde sus casas (o el lugar que elijan) una vez por semana. El proceso comenzó en 2011 en las oficinas de Unilever, ubicadas en Munro, con una prueba piloto en distintas áreas, y a principios de este año se extendió a todos los empleados.

“La nueva modalidad permite que la persona pueda elegir desde dónde trabajar cada día, dado que los escritorios no están asignados, a excepción de los vicepresidentes, que cuentan con oficinas cerradas. Este proceso implicó cambiar el desktop por la laptop para que los empleados tengan la posibilidad de trasladar su computadora de la casa a la oficina y la designación de lockers para que puedan guardar sus pertenencias”, señalaron desde la compañía.

“La respuesta de los empleados es altamente positiva. El modelo abierto facilita la interacción y los vínculos. También les permite estar cómodos trabajando en la oficina y sentir que el lugar en donde pasan gran parte del día es confortable, amigable y flexible. Los empleados están más comprometidos porque tienen mayor empoderamiento para manejar sus agendas y tiempos”, destacó Silvina D’Onofrio, gerente de Recursos Humanos.

Un modelo similar fue aplicado por American Express Argentina, que este año se convirtió en la primera compañía de servicios financieros de la Argentina en recibir la certificación final en “Work & Life Balance”, otorgada por el Instituto Europeo para el Capital Social (EISC).

“Los estilos de trabajo móviles están adquiriendo un rápido desarrollo. La oficina tradicional, donde las personas se sientan en sus puestos de trabajo diariamente de 9 a 18 horas, se están transformando en un espacio fluido y de colaboración. En el futuro, un tercio de la fuerza laboral ya no accederá a las aplicaciones, datos y servicios desde la oficina, y los lugares de trabajo tendrán un 20% menos de puestos fijos”, detalló Feingold, que la semana pasada participó en Buenos Aires del primer foro Workplace Conference, “El Futuro del Trabajo”.

EL CRONISTA/Negocios/Argentina